Elementos de la Policía de Investigación (PDI) de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PJG CdMX) detuvieron a 5 integrantes de Los Rodolfos en el pueblo de San Gregorio Atlapulco en Xochimilco por narcomenudeo.
Claudia Ramos Ortiz de 21 años, José Guadalupe Hernández de 18 años, Axel Ramos Ortiz de 18 años, Elidiana Hernández de 40 años y Esmeralda Ortiz Bautista de 40 años fueron detenidos. Se les vincula con el grupo de narcomenudistas.
De acuerdo con los elementos de la PDI y de la Fiscalía de Narcomenudeo, se les incautó 101 grapas de cocaína, 425 bolsas con marihuana y ocho envases de plástico que también contenía cannabis.
Elementos de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención del Delito de Narcomenudeo, en coordinación con elementos del Grupo Especial de Reacción e Intervención (GERI) y policías de Investigación (PDI) ejecutaron la orden de cateo en el inmueble de la calle Colorines.
El inmueble ya había sido denunciado como punto de venta de droga.
Ataviados con equipo táctico, chalecos antibalas y casco, los elementos tuvieron dificultad para ingresar al inmueble por lo que tuvieron que tirar las paredes con mazos para poder ingresar al lugar.
“La casa era conocida como un punto de narcomenudeo que ya se había denunciado, la intención de la Fiscalía contra el narcomenudeo es desmantelar a los cárteles de la droga que se encuentran toda la ciudad” refirió un elemento de la PDI que se preservó en el anonimato.
En el vídeo se puede observar el arribo de los elementos policiacos por las angostas calles del pueblo San Gregorio Atlapulco. Al llegar al inmueble se puede apreciar que éste contaba con reforzadores de seguridad como alambrado de púas y una puerta grande de metal.
Cuando el elemento que graba el video desciende de la camioneta, otros comienzan a tratar de abrir la puerta; al ver que era difícil derribarla, otro elemento grita: “¡marros, los marros!” en seguida tres agentes comienzan a golpear la pared para derribarla.
Tras varios golpes, la pared comienza a ceder con pequeños hoyos. Al percatarse que los agentes ya están por entrar, uno de ellos le dice a la persona de dentro que mejor abran la puerta; “te doy chance de que lo abras, órale rápido”, dice.
Con el inmueble rodeado, los agentes siguen abriendo la pared; cuando uno de los boquetes es lo suficientemente grande dos elementos ingresan a la casa.