Carmen Salinas asegura que un ‘manazo’ a tiempo corrige a hijos (VIDEO)


Carmen Salinas, dijo que se vale un darle un golpe a los hijos, pero sin decir malas palabras para que enderecen el rumbo

La actriz Carmen Salinas dijo que un ‘manazo’ a tiempo ayuda a corregir a los hijos.

Carmen Salinas, aseguró que los golpes son un buen medio para bien educar a un hijo y evitar malos comportamientos.

Durante un programa de televisión, la exdiputada del PRI, aseguró que en algún momento le dio un manazo a su hijo Pedro y también cuando sorprendió a su hija María Eugenia fumando, quien dijo, le dio un “cachetadón” y no lo volvió a hacer.

Además, aseguró que para conseguir dicho objetivo, es necesario no hablarles con groserías.

¿Qué opinan los especialistas sobre los castigos?

El castigo corporal ha sido utilizado durante miles de años y se ha enseñado por generaciones.

Las investigaciones han sido claras y han demostrado los peligrosos efectos de las nalgadas, correazos y el castigo físico en todas sus formas.

La mayoría de las investigaciones considera al castigo físico y al abuso físico como dos puntos en una serie continua de conductas violentas destinadas a controlar a los niños.

Lo que significa que el castigo físico sería una forma de violencia física moderada y el abuso sería una forma más extrema.

Efectos a corto y largo plazo sobre la salud y relación familiar

Durante los últimos 50 años se han publicado cientos de investigaciones independientes que demuestran la ineficiencia del castigo físico como método de corrección y enseñanza.

También se han evidenciado los efectos nocivos sobre la salud física y mental a corto y largo plazo de los niños.

Sin embargo, no fue sino hasta el año 2002 cuando Elizabeth Gershoff, una investigadora y profesora de psicología del desarrollo en la Universidad de Texas, publicó en la revista Psychological Bulletin6, el primer metanálisis que sintetizaba la evidencia y la literatura teórica sobre este tema.

En su trabajo se incluyeron investigaciones donde participaron más de 36,000 niños y cumplían con los requisitos establecidos: contar con suficientes datos estadísticos, evaluar solo el castigo físico (no una combinación con el abuso físico u otros métodos de disciplina, como la verbal) o que fueran administradas por padres provenientes de muestras especiales.

Una vez realizados los controles y analizados los datos, Gershoff encontró que el castigo físico o corporal se relacionaba con:

  • Incremento de las conductas indeseadas (las conductas que los padres creen eliminar).
  • Reducción de la internalización moral, incremento de la agresión por parte del niño.
  • Incremento de conductas delictivas y conducta antisocial.
  • Afectación de la salud mental del niño.
  • Incremento del riesgo de ser víctima de abuso físico (los padres son más propensos a incrementar el castigo físico cuando no obtienen la respuesta, lo que expone a los niños a sufrir de abuso).
  • Aumento de actos de agresión en su vida adulta.
  • Incremento del riesgo de cometer algún tipo de abuso sobre su propio hijo o pareja.
  • De todos estos efectos nocivos, Gershoff solo encontró un efecto “positivo” y fue que el castigo físico se relacionó con la obediencia inmediata de los niños luego de recibirlo. Sin embargo, es necesario resaltar que esto no significa que el niño aprenda a comportarse de la manera deseable, sino que solamente sigue las ordenes inmediatas para evitar el dolor infligido por el adulto pero luego volverá a realizar las conductas indeseadas. Este tipo de respuesta puede ser útil en un caso extremo donde el niño esté en peligro de muerte, pero no es una estrategia efectiva cuando se desea que el niño internalice las normas que se quieren enseñar y que pueda reproducirlas por él mismo.

Estudios posteriores realizados en Estados Unidos, Hungría, Hong Kong y Jamaica encontraron consistentemente que el castigo físico se relacionaba con problemas de ansiedad, depresión, abuso de alcohol y drogas y desajuste psicológico general.


Like it? Share with your friends!