El hombre que violó y mató a una niña de seis años en Cuernavaca confesó que acabó con la vida de la menor porque ella lo reconoció y amenazó con decirle a su abuelita lo que él le había hecho.
El violador y asesino de 33 años era buscado desde el sábado 10 de agosto por los agravios que cometió en contra de la pequeña en una vecindad de la colonia Carolina.
“Me reconoció y por eso la maté”, dijo el sujeto al ser interrogado por las autoridades. Además, refirió que la niña lo amenazó con la frase “le voy a decir a mi abuelita”.
Tras cometer los infames crímenes el individuo robó un tanque de gas butano del domicilio donde la víctima vivía con su abuelita y lo vendió en 150 pesos.
De acuerdo con la cronología de los hechos el agresor todavía acudió a su trabajo como “viene, viene”, pero huyó luego de que uno de sus compañeros le dijera que agentes habían preguntado por él.
Con el dinero de la venta del tanque el hombre compro cerveza y la tomó mientras estuvo deambulando por la calle alrededor de dos horas. Posteriormente, abordó un autobús para ir al municipio de Cuautla.
En Cuautla fue detenido por las autoridades; aunque al ejercer su declaración negó el abuso contra la menor, los estudios periciales confirmaron la presencia de su semen en el cuerpo de la víctima.
El hombre, que es alcohólico y adicto a las drogas, ya fue procesado por los delitos de abuso sexual y homicidio calificado tras matar a la pequeña niña; ahora se encuentra en el Centro de Reinserción Social de Morelos.
El cuerpo sin vida de la menor fue descubierto con 25 heridas de arma punzocortante en cuello y brazos. Su agresor le había colocado trapos en la boca para que sus gritos no se escucharan, por lo que murió por broncoaspiración.
Además, se ha revelado que el violador y asesino presuntamente es responsable por la muerte de un ingeniero.