Octavio Lizarde, uno de los sobrevivientes de la masacre ocurrida el sábado 4 de agosto en El Paso, Texas, al sur de EU relató la manera en que el agresor asesinó a su sobrino, Juan Rodríguez, de tan solo 15 años de edad.
“Nos escuchó cuando le dije a mi sobrino ‘vente’. Se nos acercó, mató a mi sobrino y yo me salvé. Fue Dios el que me salvó”, narró Lizarde durante una entrevista colectiva realizada en el hospital El Sol. “Tuvo oportunidad de matarme, pero no lo hizo”, señaló.
Lizarde, quien trabaja en la construcción, relató que asistió al Walmart donde ocurrió la matanza, junto con su sobrino, para abrir una cuenta bancaria en la sucursal que se encontraba al interior de la tienda. Fue entonces que escuchó los disparos y trató de esconderse en el interior del banco.
El sobreviviente detalló que le había pedido a su sobrino que intentara persuadir a los empleados del banco para abrir la puerta de empleados y poder refugiarse.
Supongo que solo estaba en estado de shock. Se dio la vuelta y vio a un chico. Y yo también lo vi, y el tipo lo estaba apuntando”, relató. Lizarde contó que el ataque duró entre 15 y 20 minutos.
“Lo sentí muy largo, la verdad”, dijo. “Perdí a mi sobrino justo frente a mí. No tengo detalles, pero es una imagen horrible y espero que nadie pase por esto nunca, es muy doloroso”.
El joven Rodríguez, quien fue asesinado, estudiaba la escuela preparatoria en Horizon High School, de El Paso.
Sanar las heridas
El martes pasado, Lizarde, de 23 años, fue operado y atendido por una infección en la pierna derecha como consecuencia de heridas de bala. Actualmente se encuentra bajo revisión médica con la esperanza de evitar la amputación de la extremidad.
“Si pudieras ver al presidente Trump ¿qué le dirías?”, preguntó una reportera. “Mucho racismo”, respondió Lizarde, quien hizo el ademán de negar con la cabeza cuando se le cuestionó sobre una posible visita del mandatario estadounidense a los sobrevivientes de la tragedia.
Justin Orr, médico militar a cargo de la atención de cinco pacientes heridos que llegaron al hospital Del Sol, ubicado a 20 kilómetros del lugar donde ocurrió la masacre, señaló que requerirá entre cuatro y seis meses para mantener estabilizada la pierna de Lizarde.
El médico aseguró que las condiciones en que llegaron los heridos fue similar al ambiente de guerra que vivió al prestar servicio en Medio Oriente. “Por supuesto, en Irak y Afganistán, vimos cosas como esta”, relató el galeno.
“Mirando a las personas que tenían lesiones en sus brazos y piernas, sus lesiones me recuerdan más un tiempo de guerra que algo que normalmente se ve en el sector civil”, agregó.
El presidente Trump condenó el ataque, mientras que el Gobierno de México anunció que presentará una denuncia legal por lo que calificó como un “acto de terrorismo” contra ciudadanos mexicanos.