Indispensable para freír, guisar, sazonar o aderezar los alimentos. Conoce más de este liquido graso extraído de semillas de algunas plantas.
¿Cuáles son los más recomendables y por qué?
Con tantas opciones de aceites que hay en el mercado, es difícil elegir y saber cuál conviene más para tu consumo.
Las mezclas o combinaciones de estos aceites, que a menudo se venden bajo el nombre de “aceite vegetal”, y los aerosoles para cocinar hechos de estos aceites, también son una buena opción.
Existen otros aceites especiales:
De aguacate, de semilla de uva, de salvado de arroz y el de ajonjolí, que también pueden ser buenas opciones, solo ten en cuenta que suelen costar un poco más o ser más difíciles de encontrar.
¿Cómo elegirlo?
Elige aceites con menos de 4 gramos de grasa saturada por cucharada y sin aceites parcialmente hidrogenados o grasas trans. Lee con detenimiento la etiqueta. Es posible que algunos tengan sabores distintivos, así que prueba diferentes tipos para descubrir cuáles te gustan. Considera que algunos aceites son mejores para ciertos tipos de cocción que otros.
Tips para cocinar con aceites
Los aceites que te mencionamos en este artículo funcionan para la mayoría de los usos de cocción, incluido el sofrito. No recomendamos freír en grasa como método de cocción.
Cualquier aceite comienza a degradarse una vez que comienza a sobrecalentarse o alcanza su punto de humo. Por lo tanto, si accidentalmente dejas que el aceite se caliente de más, deshazte de él.
No mezcles aceite nuevo con uno usado, tampoco uno de oliva con uno hecho a base de semillas, ya que tienen diferentes puntos de humo. El aceite de oliva aguanta una mayor temperatura que el resto y, si se mezclan, uno quema al otro, lo que provoca que se generen sustancias irritantes y potencialmente tóxicas para el consumo.
Si el aceite huele mal, no lo uses. Cuando un aceite se almacena demasiado tiempo puede oxidarse o volverse rancio. Tendrá un olor distinto, y deberías deshacerte de él.
No reutilices ni vuelvas a calentar ningún aceite de cocina.
Compra aceites de cocina en recipientes más pequeños para evitar el desperdicio, y almacénalos en un lugar oscuro y fresco para mantenerlos frescos por más tiempo.
¿Qué hacer con el aceite que desechamos en casa?
Lo recomendable es:
Esperar a que se enfríe.
Ponerlo en una botella de plástico con tapa (las de refresco o agua). Etiquétalo con el nombre del aceite.
Guarda la botella para que eches ahí todo el aceite que deseches, al llenarla, ciérrala bien y tírala en la basura en los desechos “no reciclables” o llévala a un lugar de reciclado.
¿Qué pasa con el aceite usado?
En el país existen empresas que recolectan y reciclan el aceite y lo someten a un proceso que lo transforma en biodiesel, es decir, un combustible sustentable que se produce a partir de residuos.