A sus casi 90 años, doña Isidra Vázquez Sosa es considerada como un ejemplo por sus vecinos de la colonia Obrera, en la Ciudad de México, donde desde hace más de 70 años ha vendido todo tipo de productos para poder subsistir, aun cuando ahora necesita de una silla de ruedas para desplazarse.
Es comerciante desde hace más de 70 años
“Nací en el año de 1932. Empecé a vender desde los 15 años, tengo más de 70 años vendiendo… dulces. He vendido ropa, he vendido tamales, atole, he vendido enchiladas”.
Isidra Vázquez Sosa, comerciante de la colonia Obrera
Así lo contó en entrevista con el noticiero En Punto, de Televisa, doña Isidra, quien vive en el número 280 de la colonia Obrera, sobre Bolívar, en la alcaldía Cuauhtémoc. Todos los días sale muy temprano para colocar su puesto de dulces, fibras y trapos de cocina, en la esquina de José Toribio Medina.
Ahora debe usar una silla de ruedas…que ha incorporado a su trabajo
A pesar de que la señora debe moverse en silla de ruedas ahora, no ha permitido que sea un impedimento para realizar sus labores todos los días. De hecho, ahora ocupa el asiento como mesita para salir y vender.
“Ejemplo de vida para muchos, gente joven y nosotros los viejos que ya creen que la vejez es invalidez y no es cierto, ahí está la prueba”.
Ricardo Durán, vecino de la colonia Obrera
Esto hizo que sus imágenes vendiendo se vitalizaran en redes sociales el pasado fin de semana.
Orgullosa de ser independiente
“Pasan personas, platico con ellas..me distraigo en la calle. Yo me levanto a las 5 de la mañana, yo no dependo de nadie, yo me baño sola, yo me cambio sola”.
Isidra Vázquez Sosa, comerciante de la colonia Obrera
A pesar de haber sufrido una embolia, doña Isidra goza de buena salud. Es viuda y adoptó a dos hijos desde los 6 meses de edad.
“A ella le gusta trabajar, siempre ha sido independiente”.
Maricela Lorenzo Vázquez, hija de Isidra
Afirma que trabajará hasta que sus fuerzas se lo permitan
Sus vecinos de toda la vida la ven como un ejemplo.
“Esta es la dignidad trabajar, vivir. El que no trabaja no vive nada más trae arañas en la cabeza, hay que aprender a vivir”.
Guadalupe, vecina de la colonia Obrera
Y tal es su su dignidad, que doña Isidra se dice dispuesta a trabajar hasta que sólo le queden fuerzas para arrastrarse.
“Mientras yo pueda, aunque sea arrastrándome voy a salirme a la calle”.
Isidra Vázquez Sosa, comerciante de la colonia Obrera