Científicos producen una enzima que descompone plástico en días


Cada minuto se compra un millón de botellas de plástico en todo el planeta. Lo has leído bien: un millón de botellas por minuto. Dentro de un par de años, esa cifra aumentará a alrededor de 1.2 millones por minuto.

Sólo el año pasado se vendieron medio billón de botellas de plástico para beber en todo el mundo, lo que se tradujo en miles y miles de botellas vendidas cada segundo. Solo alrededor del 14% de esas botellas se reciclan y el resto se suma al flagelo de los desechos de plástico que ha sufrido nuestro planeta.

Pero las soluciones están en camino. En 2016, los científicos japoneses descubrieron una especie de bacteria que puede romper los enlaces moleculares en el poliéster (tereftalato de polietileno o PET), uno de los plásticos más utilizados, al metabolizar el plástico. La especie de bacteria, Ideonella sakaiensis, podría desplegarse para consumir grandes cantidades de desechos plásticos con la ayuda de una enzima especial que producen las bacterias.

Luego, un equipo internacional de científicos llevó ese descubrimiento un paso más allá al hacer que la molécula en la enzima producida por la bacteria fuera aún mejor para descomponer el tipo de plástico más comúnmente utilizado en botellas de agua desechable y refrescos. La enzima modificada artificialmente puede descomponer las botellas de plástico en cuestión de días, las mismas botellas que tomarían siglos en descomponerse de forma natural.

Los científicos están trabajando en formas de acelerar el proceso aún más dividiendo las botellas de plástico en sus componentes originales. De esa manera, dice uno de los investigadores, el profesor John McGeehan de la Universidad de Portsmouth en el Reino Unido. “Literalmente podemos reciclar el plástico, lo que significa que no necesitaremos extraer más petróleo y, fundamentalmente, debería reducir la cantidad de plástico en el medio ambiente”.

Mejorar la iniciativa a escala industrial será un desafío y los hábitos de los consumidores también deberán cambiar. Por el momento, los componentes químicos de las botellas de plástico siguen siendo baratos, por lo que los fabricantes no piensan dos veces antes de producir un sinfín de botellas. Lo que se necesita es un cambio en la percepción del público mediante el cual los productos de plástico reciclado sean valorados más por los clientes para que los fabricantes estén más inclinados a comenzar a producirlos.

Fuente en inglés


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