El ejército de niños sicarios de ‘El Mencho’, los recluta para convertirlos en asesinos


En los últimos meses, los más jóvenes se han convertido en carne de cañón para el crimen organizado. Las madres están muy preocupadas, protegen a sus hijos porque saben que están en un foco rojo. Los criminales se agarran de quienes tienen más necesidad, menos estudios, más vulnerabilidad, y en México hay muchísimas personas en esa situación.

Su posición como una de las células más poderosa del país, le permitió al Cártel de Jalisco Nueva Generación, reclutar a cientos de personas en los últimos cinco años, pero las autoridades alertan de que comenzaron a integrar a sus filas a menores de edad.

El grupo liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho” es una de las organizaciones criminales con más integrantes menores de 18 años.

Pero, ¿por qué utilizar a menores de edad en el crimen organizado?

En México hay un vacío en la ley. Antes de los 14 años, los niños no son responsables de conductas tipificadas como delitos.

Ahora, entre los 14 y 18 años quienes cometen crímenes son sentenciados a condenas mínimas.

Cuando las cumplen, pueden reintegrarse a los grupos criminales.

Los menores ocupan diversos puestos y realizan diversas actividades: Desde ‘halcones’, es decir, vigías para detectar la presencia de autoridades o rivales hasta temidos sicarios con acceso a verdaderos arsenales.

El CJNG y Los Zetas también los usan porque suelen ser muy ágiles y rápidos cuando se necesita de escapar o enfrentarse a sicarios rivales.

La forma en que estos niños son convencidos para sumarse al crimen organizado es ofreciéndoles “lujos”, ya que aprovechan sus carencias para deslumbrarlos “con la buena vida”.

Una forma más que usan los narcotraficantes para sumarlos es por la fuerza, ya que los separan de sus familias a partir de amenazas que los obligan a obedecer.

También se sabe que cuando los menores son detenidos, es el mismo CJNG o cualquier otro grupo el que paga la defensa jurídica o dan recursos a sus familias para orillarlos a aceptar ser sicarios.

Niños Sicarios

Los primeros grupos delictivos en captar niños y jóvenes para las actividades de halconeo y sicariato fueron Los Zetas, Golfo y Milenio, en sus expansiones para apoderarse de plazas en estados que no tenían dominados.

Los informes de Violencia, Niñez y Crimen Organizado, de la CIDH y Redim, coinciden en que las condiciones de extrema pobreza que se vive en algunos sectores, sobre todo en niños y jóvenes, les genera un equivocado modelo de superación a través del crimen.

Se estima que por lo menos 30 mil niños y adolescentes menores de 18 años que cooperan activamente con la delincuencia organizada en actividades que van desde la extorsión y el tráfico de personas hasta la piratería y el narcotráfico”.


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