(Notimex). – Cada año mueren 180 mil mexicanos como consecuencia de los estragos de las enfermedades cardiovasculares, por lo que es la primera causa de fallecimiento en México, afirmó el director médico de Amgen, Max Saráchaga Osterwalder.
Señaló que ese número es menor a los casos detectados de infartos en México, donde suman al menos medio millón cada año, y explicó que el colesterol “malo” es el principal factor de riesgo para manifestar esas afecciones.
El médico especialista comentó a Notimex que 46 por ciento de adultos presentan índices elevados de colesterol –sustancia parecida a la grasa-, lo que conduce a un mayor riesgo de sufrir un evento cardiovascular, porque se acumula en las arterias.
“Esto hace que el flujo de sangre se vea entorpecido y ocasione los eventos (cardiovasculares), como infartos, accidentes vasculares cerebrales, enfermedad arterial periférica, cardiopatía coronaria y otras más”, acentuó en entrevista.
Sin embargo, no es el único problema de salud para desarrollar la enfermedad, pues también influye la obesidad (que afecta a uno de cada tres adolescentes y niños, y a siete de cada 10 adultos), así como el sedentarismo y el consumo de tabaco.
De ahí que las enfermedades cardiovasculares “no son un problema menor” para el sistema de salud en México, apuntó el especialista en el marco del Día Mundial del Corazón este 25 de septiembre.
Saráchaga Osterwalder dijo que la prevención y el cambio de hábitos son clave, por lo que es importante mantener una actividad física regular y llevar una alimentación balanceada.
Asimismo, es relevante dejar de fumar y acudir al médico una vez al año para medir los niveles de colesterol en sangre. “El colesterol alto o malo no duele y muchas personas se enteran que lo tienen cuando ya tienen un evento cardiovascular”.
Mencionó que si bien el mercado farmacéutico cuenta con medicamentos eficaces para modificar a niveles deseados el colesterol, como las estatinas, la biotecnología ha traído nuevas opciones para reducir esta problemática de salud.
Las enfermedades cardiovasculares afectan en mayor medida a los países de ingresos bajos y medios, donde ocurre 80 por ciento de las defunciones y afectan casi por igual a hombres y mujeres, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Se estima que en 2030 morirán casi 23.6 millones de personas por alguna enfermedad cardiovascular, sobre todo por cardiopatías y accidentes cerebrovasculares, y se prevé que dichas afecciones sigan siendo la principal causa de muerte.