Comida para bebés, contienen mucho arsénico y metales que dañan su desarrollo


La Healthy Babies Bright Futures (HBBF), una asociación sin fines de lucro que tiene como objetivo reducir la exposición de los bebés a productos químicos tóxicos, analizó unos 170 alimentos para bebés con el fin de encontrar metales pesados ​​como plomo, arsénico, cadmio y mercurio.

El informe publicado días atrás sacó a la luz que el 95% de las muestras analizadas contenían dichos metales, y una cuarta parte de los alimentos para bebés analizados contenían los cuatro químicos.

Encontrar estos metales en comida para bebés, es doblemente grave, no sólo por su menor peso, sino porque ellos ni siquiera cuentan con un sistema inmunológico desarrollado que pueda defenderlos de la contaminación ambiental.

Entre los efectos que ocasionan estos metales en la salud de los niños, se encuentran ciertos efectos perjudiciales en el desarrollo del cerebro, como por ejemplo disminución del coeficiente intelectual.

Sin embargo, la Administración de Drogas y Alimentos de los EU (FDA) no ha establecido límites de seguridad para una serie de alimentos para bebés comunes que se sabe que contienen metales pesados, incluidas las fórmulas infantiles, los cereales y las frutas y verduras enlatadas. Incluso cuando existen límites de seguridad, los grupos ambientalistas han encontrado concentraciones químicas que exceden el umbral de la FDA.

Altos niveles de arsénico en los cereales a base de arroz

Las pruebas se realizaron entre 2014 y 2017 en 14 áreas metropolitanas de los EU. Los alimentos provenían de más de 60 marcas y 17 minoristas diferentes, incluidos supermercados.

De todos los alimentos para bebés analizados, se descubrió que los alimentos a base de arroz tienen las concentraciones más altas de metales pesados.

Entre estos alimentos, el informe identificó el arsénico como el “metal tóxico primario de preocupación”, y a los cereales a base de arroz como “la principal fuente de arsénico en las dietas de los bebés”.

El arsénico se forma naturalmente en la corteza terrestre. La exposición al compuesto se ha relacionado con problemas de desarrollo cerebral en los niños, incluida una función motora más lenta, memoria disminuida y coeficiente intelectual en las mismas condiciones. También puede provocar defectos de nacimiento y un mayor riesgo de cáncer, enfermedades cardíacas y diabetes.


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