Durante una marcha masiva, habitantes de El Alto y familiares de personas fallecidas en un enfrentamiento en Senkata fueron reprimidos con gas por la Policía y el Ejército de Bolivia.
Los manifestantes traían una muñeca de trapo con peluca, a la que comparaban con la presidenta autoproclamada de Bolivia, Jeanine Áñez, arrastrándola por las calles mientras pedían su renuncia con cánticos y gritos.
Una vez disuelta la marcha, la Policía Nacional persiguió a manifestantes hasta varias manzanas de distancia en motocicletas y rocío gas a transeúntes y comerciantes. Algunas mujeres cayeron desmayadas por los agentes químicos, mientras cerca de 20 personas fueron detenidas.
Hasta el momento, el Instituto de Investigaciones Forenses, que efectuó la autopsia a dos cadáveres que fallecieron por traumatismo torácico y craneal, indicaron que murieron por armas de fuego de la Policía Nacional y la milicia.