Dos trabajadores de una tienda de celulares en la ciudad rusa de San Petersburgo se enfrentaron el pasado 25 de diciembre contra un ladrón que ingresó al local con una pistola eléctrica y una granada.
En las imágenes del suceso registradas por las cámaras de seguridad de comercio se aprecia cómo el delincuente, que portaba una mascarilla, irrumpe en el establecimiento apuntando con una pistola táser al personal exigiéndoles el dinero de la caja.
En un momento dado, una empleada logra quitarle el arma al ladrón y le apunta con ella, a lo que este responde mostrando una granada. Ante esa situación, el segundo empleado decide rociar un extintor de fuego sobre el malhechor, logrando aturdirlo para después lanzarle una silla.
El ladrón huyó de la tienda sin llevarse ningún botín, sin embargo, la valiente y rápida actuación de los empleados les permitió activar la alarma de robos, con lo que la Policía llegó a tiempo para detenerlo. Los medios locales informaron que tras el arresto del hombre se descubrió que las armas que portaba eran de simulación.