‘Ella se hincó y rogó, él intentó huir’; así entregó Irma a Giovana y Mario, feminicidas de Fátima | VIDEO


Cuando Irma Reyes, tía de Mario “N”, descubrió que su sobrino y Giovana “N” eran buscados por la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México, por el secuestro y feminicidio de Fátima, los enfrentó; sin embargo, el hombre se deslindó del asesinato de la pequeña y responsabilizó a su esposa.

Sin escuchar la versión de los hechos de Giovana “N”, Irma le dijo: “Te tienes que entregar. Yo ya no te puedo tener aquí ni una hora más, te tengo que entregar”. Después, sin saber que su sobrino también estaba involucrado en el crimen contra Fátima, le pidió encargarse de sus hijos mientras ella entregaba a su pareja.

“Él dijo: ‘sí, tía, convénsala (de entregarse)’. Le dije: ‘bájate con los niños mientras hablo con ella’. Él se baja, y a la hora que él se baja, ella se queda y se me hinca. Me dijo, ‘ayúdeme doña Irma, porque él fue el que me mandó’.

Fue entonces cuando Giovana “N” le reveló que Mario “N” quería a una niña como novia, sino “iba a agarrar a sus hijas”, razón por la que secuestró a Fátima y se la entregó a su esposo.

“Lo que hicieron no tuvo nombre, le dije. Luego le dije, ‘espérate, hija. Tú no te vas a ir sola, mi sobrino también (se va)”, contó Irma Reyes a Telediario.

Tras la confesión de Giovana “N”, la mujer llamó con temor a su sobrino. “Sube, hijo”, le gritó. “Ya la convencí de que se va a entregar. Pídanse perdón, tómense un café y despídanse, porque hoy tiene que entregase, hoy se acaba esto”, agregó.

Para hacer tiempo y llamar a las autoridades, Irma pidió a su compañera, con quien vive, servirle un café a la pareja; mientras tanto, salió de su casa, con el pretexto de que iría al baño, para buscar ayuda.

“Salgo a la avenida y venía subiendo mi hermana y mi cuñado, iban a la tienda, eran las siete de la noche más o menos. Le dije, ‘¡manita, manita!, que me haga favor tu esposo de ir por los municipales. Voy a entregar a Giovana y a Mario, ellos son los que están en la tele, ellos fueron los que violaron y mataron a la niña (Fátima)”, contó.

Después, regresó a su casa para “entretener” a los presuntos feminicidas de Fátima. “Yo me regreso a la casa y sigo tranquilizándolos”, narró, pero Mario ya sospechaba que Irma tramaba algo en su contra.

“Me dijo, ‘ya me voy, tía. Usted la lleva y yo me voy con los niños’. Le dije, ‘sí, yo la voy a llevar, pero acompáñame al monte, ahí la vamos a dejar. Tú nada más acompáñame al monte y de ahí te regresas’”, le comentó a Mario para evitar que huyera.

Fue así que comenzaron a caminar rumbo al monte, aunque Irma estaba muerta de miedo por estar sola en la oscuridad con Giovana “N” y Mario “N”.

“Cuando ya salimos, yo iba diciendo, ‘tranquilos, tienen que enfrentar su mala decisión, tienen que enfrentarlo, no pueden vivir así. Recuerden que tienen tres hijos. No se preocupen, yo voy a ayudar a sus hijos’”, reveló.

Luego de caminar una distancia considerable, llegaron “los municipales y les dije,’ ¡ya se acabó, hasta aquí llegó!’. Entonces ella se pone a llorar y él quiere irse, yo lo detengo de la cintura y le dije, ‘no, tú también tienes que pagar tu delito y me dijo, ‘por qué me hizo esto , tía’. Y de ahí ya no supe”, narró Irma a la periodista Azucena Uresti.


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