Chen Qiushi y Fang Bin, dos hombres videobloggers que reportearon las condiciones de China durante la crisis por la nueva cepa de coronavirus han desaparecido desde hace unas semanas.
Fang, quien vende ropa en una tienda, acudió a las afueras de un hospital en Wuhan y logró grabar cuarenta minutos de material, en el cual aparece una camioneta con hasta ocho bolsas que contenían cadáveres.
Dos semanas después de publicar las imágenes, el vendedor ha desaparecido.
Por su parte, Chen, abogado de profesión, también logró publicar videos de largas filas fuera de los centros hospitalarios, pacientes débiles y familiares agonizantes, pero todo ese contenido fue eliminado de las redes sociales, debido al control de información existente en dicha nación.
Castigan a 350 personas por “difundir rumores”
Aunque varios usuarios buscaron este material y comenzaron a hacer preguntas, las autoridades comenzaron a enviar a diversos reporteros para “cambiar la narrativa” a través de los periódicos, fuertemente controlados por el gobierno.
Cuando de repente sucede una crisis, [los ciudadanos] quieren tener acceso a una amplia gama de contenido y reportajes”, afirmó al periódico The New York Times Sarah Cook, quien estudia a los medios chinos en el grupo Freedom House.
Los familiares de Chen temen que esté en una cuarentena forzosa. Al menos 350 personas han sido castigadas por “difundir rumores” sobre el coronavirus, según la organización Defensores de Derechos Humanos en China.
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— NoticiaMx (@NoticiaMex) February 14, 2020