El presidente Andrés Manuel López Obrador revivió el tema del polémico operativo Rápido y Furioso, que a 10 años de distancia sigue generando cuestionamientos.
Dicha operación en la que el Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos, introdujo de manera ilegal más de dos mil armas a México en 2009, los cárteles de Sinaloa, liderado en ese entonces por Joaquín “el Chapo” Guzmán, Los Zetas, La Familia Michoacana y una célula de Los Beltrán Leyva en el norte del país, encabezada por Teodoro García Simental, el Teo se fortalecieron con el tráfico de estos artefactos.
La violencia en el territorio nacional se agudizó, aunado a la lucha contra el narcotráfico que comenzó el expresidente Felipe Calderón desde el inicio de su sexenio, sin embargo, dicho operativo fue descubierto en 2010 cuando un agente fronterizo en Arizona fue asesinado con un arma adquirida en esta operación. En 2011, otro elemento de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) fue ejecutado con otro artefacto similar.
¿Qué fue Rápido y Furioso?
Se le llama Operación Rápido y Furioso al ingreso ilegal, pero “controlado” de más de dos mil armas de fuego con sensores a México que la ATF introdujo para vender a integrantes del crimen organizado y dejarlas pasar con el objetivo de rastrearlas y darles seguimiento, esperando identificar a los responsables del tráfico de estos objetos que posteriormente irían a dar a manos de los narcotraficantes más perseguidos en México.
Operativo fallido: cárteles se fortalecieron
El trasiego se salió de control y comenzó a fortalecer el armamento de los grupos delictivos con mayor presencia en el país en ese entonces. Principalmente, se habla de que el Cártel de Sinaloa fue uno de lo más beneficiados, ya que durante la detención de Joaquín “el Chapo” Guzmán, en 2016, elementos de la Marina decomisaron un arma procedente de esta operación se trató de un fusil Barret que pudo haber entrado de manera ilegal por la frontera con Ciudad Juárez, Chihuahua, confirmó la ATF.
De acuerdo con la agenciaBBC, también, en las investigaciones sobre la el asesinato del agente estadounidense Jaime Zapata, en San Luis Potosí, se reveló que el grupo delictivo de Los Zetas fueron los responsables del ataque armado con rifles de grueso calibre adquiridos en la operación.
Asimismo, una rama del cártel Beltrán Leyva liderado por Teodoro García Simental, el Teo, que aterrorizaba la zona del norte de México durante el apogeo de la guerra entre cárteles usó armamento de este tipo en sus operaciones delictivas.
Las indagatorias detallan que también se encontraron algunas de estas armas en arsenales vinculados al cártel La Familia en el estado de Michoacán.
Se destapa el escándalo
El escándalo por el operativo surgió en diciembre de 2010, después de que dos rifles de asalto fueron utilizados en un tiroteo en Arizona, donde un agente fronterizo identificado como Brian Terry murió en diciembre de 2010.
El 15 de febrero de 2011, fue asesinado en una carretera de San Luis Potosí, el agente de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) estadounidense Jaime Zapata cuando se trasladaba del entonces Distrito Federal a Monterrey. Mientras su compañero Víctor Ávila resultó gravemente herido. En las indagatorias se comprobó que Zapata había muerto por disparos hechos con un arma de Rápido y Furioso.
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