La economía mexicana crecerá un 2% en promedio en los últimos tres años del sexenio de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, de 2022 a 2024, debido a una caída sistemática de la inversión, estima un análisis de la dirección de estudios económicos del banco Citibanamex.
“Consideramos que la caída sistemática de la inversión está vulnerando el potencial de crecimiento económico del país; ahora estimamos que el crecimiento promedio del PIB en 2022-2024 será de 2%”, indica el documento de la filial de Citigroup en este país, que compró en 2001 Banamex, banco mexicano fundado en el siglo XIX.
El banco estadounidense con sede en Nueva York considera que, después de una drástica contracción en 2020, “México no volverá a su nivel de diciembre de 2018 sino hasta 2025”.
Citibanamex estima que la segunda economía latinoamericana se contrajo 16,5% en el segundo trimestre de este año (abril-junio); y que para el tercer y cuatro trimestre comience una recuperación, con crecimiento de 4,6 y 3,4%, respectivamente.
El reporte del banco privado indica que “lo más preocupante es que, aun si la inversión pública ha caído continuamente, el Gobierno ha hecho anuncios e implementado medidas de forma recurrente que disminuyen la confianza empresarial”.
El análisis prevé un mayor retroceso de la actividad económica que su previsión anterior, sobre todo por “la falta de recursos fiscales destinados tanto para atender la emergencia sanitaria en el país, como para amortiguar el daño económico que ha ocasionado la pandemia” de COVID-19.
La recuperación esperada para 2021 será más débil que lo previsto en balances previos “debido al rechazo del Gobierno a recortar impuestos o proveer cualquier tipo de apoyo a las empresas”.
Varias decisiones implementadas por López Obrador “han mermado la relación que se tenía con el sector privado”, puntualiza el banco internacional.
La inversión en México ha tenido una tendencia decreciente desde 2017, acentuada durante la actual administración.
La expectativa de los analistas es que el Gobierno mexicano “muestre mayor flexibilidad” en sus planes, para restaurar el clima de inversión.