¿Sabes qué contienen las sopas instantáneas y si es saludable consumirlas?
La facilidad de almacenarlas y su practicidad llevan a muchas personas a recurrir a estos vasos o sobres que prometen alimentarte con unas sencillas
instrucciones: vierte agua caliente, tapa, espera unos minutos y listo.
Pero ¿qué contienen estas sopas que parecen gustar tanto a chicos y grandes?
Te presentamos el proceso de cómo se hacen para que tomes tus decisiones:
Ingredientes
Se seleccionan y pesan las materias primas: harina de trigo o maíz, salsa de soya, sal, aceite refinado, vegetales deshidratados, glutamato monosódico, azúcar, especias, aceite vegetal y extracto de pimienta roja.
Sistema de alimentación
Se transportan a la máquina mezcladora.
Mezcladora
Se incorpora agua para realizar la operación de mezcla de masa.
Transportador de masa
Una vez hecha la masa se conduce a unos rodillos donde se divide en dos y luego se incorpora en una pieza de nuevo.
Rodillo continuo
La masa es presionada a través de múltiples rodillos para adelgazarla y hacerla maleable.
Cortadora
Por aquí pasan las láminas delgadas de masa para ser cortadas. El cortador gira y la lámina de masa se convierte en fideos.
Caja de vapor
Son llevados aquí donde se cuecen al vapor a 100 ° C hasta por 5 minutos. En ese momento, el almidón en los fideos se vuelve digerible (pregelatinización).
Baño de inmersión
Se sumergen en condimentos.
Cortadora cuantitativa
Se estiran y se cortan, luego se moldean utilizando un molde de metal en forma redonda o cuadrada.
Deshidratación
La mayoría se deshidratan al freírlos en aceite o al aire.
Enfriador
Los que están a una temperatura de 100°C, pasan a esta máquina donde se enfrían con aire.
Máquina de sellado automático
Se colocan en bolsas o contenedores junto con la guarnición y los condimentos y se sellan.
Embalaje
El producto se embala para salir de la fábrica.
Glutamato Monosódico (GMS)
Este aditivo alimenticio es muy común en los alimentos procesados. Se trata de un concentrado que se extrae de plantas como el betabel o la caña de azúcar, y cuya función en la industria es hacer que la lengua resulte más receptiva a los condimentos —de ahí que se le considere un potenciador del sabor, a pesar de que por sí solo tiene un sabor desagradable—.
Lo que se dice de él
La Food and Drug Administration de Estados Unidos de América (FDA) dice que es “generalmente reconocido como seguro”, mientras que el Comité Mixto FAO/ OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA) lo ha declarado inocuo con una “ingesta diaria admisible no especificada”. Esto significa que, aunque existen personas que presentan síntomas adversos por su consumo, los científicos afirman no haber encontrado, hasta ahora, reacciones consistentes.
Sin embargo, los detractores del GMS aseguran que existen investigaciones que prueban su relación con síntomas como:
• Dolor de cabeza • Sofocación • Taquicardia • Sensación de presión en la cara • Adormecimiento de la boca • Dificultad para respirar • Sudoración • Dolor de pecho • Debilidad
También afirman que otros estudios han demostrado que interviene en la parte del cerebro que regula la saciedad, provocando voracidad en el individuo, contribuyendo así a la obesidad, además de provocar cierta toxicidad a nivel neuronal y hepático.
Aporte Nutricional
Para que tengas una idea más clara de la aportación nutricional de estas sopas checa este cuadro comparativo entre una sopa instantánea, unos tacos de frijoles, un sándwich de jamón con queso y una lata de atún: