Triste final tuvo el pobre Juan B. C., quien fue atacado por un cochino mientras estaba criando a sus animales de traspatio en su domicilio de la comisaría de San Francisco Peto, Yucatán.
Alrededor de las 10 de la mañana de ayer, los vecinos de la pequeña población escucharon gritos aterradores en uno de los predios, al asomarse a la albarrada, se dieron cuenta que don Juanito, de 76 años, estaba bañándose con su propia sangre por una herida en la pierna izquierda.
Antes de desvanecerse por la abundante hemorragia, don Juanito dijo que su cerdo semental lo había mordido y pidió el favor que lo lleven a una clínica particular en la cabecera municipal, que dista a alrededor de 50 kilómetros de distancia.
Con la ayuda de amigos y vecinos, Juanito fue subido a una vieja camioneta y se enfilaron con rumbo hacia Peto, pero desgraciadamente el anciano felpó en el camino, por la herida en su pierna, pues el verraco habría cortado la arteria femoral.
El cuerpo fue trasladado a la clínica La Asunción, donde llegaron elementos de la Policía Municipal, Estatal, la Fiscalía General del Estado y el Servicio Médico Forense para las diligencias correspondientes.