Claudio X. González recibe financiamiento millonario para Mexicanos vs Corrupción


En días pasados, el periodista Julio Hernández López publicó en La Jornada San Luis un artículo titulado “Periodismo, patrocinadores e ironías”, donde expone cómo la asociación Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), patrocinada por Claudio X. González Guajardo, contrata buenos periodistas para publicar contenido alineado a sus intereses políticos.

Luego de esta publicación, el periodista entrevistó en su noticiero radiofónico de Grupo Radio Centro al vocero de la asociación, Darío Ramírez.

Ahí, el periodista le preguntó sobre qué tanto influye el capital privado, principalmente el de Claudio X. González, en el manejo del criterio periodístico o para aprovecharse para fines políticos.

“Ejercicios periodísticos como MCCI tienen el tinte, el sello, el estigma del dinero de los patrocinadores como Claudio X. González Guajardo, que tiene una agenda política muy definida y que, en ese sentido, ¿puede utilizar buenos trabajos periodísticos para fines políticos, entre otros el boicoteo y el sabotaje legal del que habla el Presidente López Obrador?”, preguntó Hernández.

Ramírez respondió que hace aproximadamente una década en Estados Unidos se inauguró una forma de hacer periodismo que se llama Periodismo Filantrópico, en donde un grupo de periodistas reconocidos piden dinero privado y quitan de la ecuación el elemento comercial, como vender, tener audiencia o lectores.

“El periodismo filantrópico en MMCI lo adoptamos, ¿de qué manera? Pues, uno: no tenemos ningún elemento comercial en nuestro haber, no tenemos absolutamente ningún interés más allá del periodístico en realizar nuestras producciones periodísticas o las investigaciones de carácter más académico que hacemos”, aseguró Ramírez.

Luego justificó el financiamiento de MMCI explicando que el dinero que la asociación recibe tanto de empresas como de agentes privados, personas físicas o fundaciones internacionales no tiene absolutamente ninguna injerencia en la línea editorial, en el trabajo o en la curaduría de la información.

Incluso aseguró que, de hecho, los periodistas no tienen ningún conocimiento de quiénes son esos donadores, precisamente para no entorpecer sus investigaciones.

Ante esto último, Hernández lo confrontó: “Bueno, pero saben que está ahí Claudio X. González Guajardo”.

“No, no, y él es el Presidente de esta organización”, admitió Ramírez, pero agregó que sería “como pensar si a un medio de comunicación el Gobierno le da publicidad oficial, porque el Gobierno quiere que actúe con cierta línea editorial o que publique o que cubra ciertas cosas…”

“Bueno, sí, el Gobierno tiene una partida publicitaria con la cual quiere que se difundan sus actividades y su punto de vista (…) ese es el sentido oficial, ¿no?”, interrumpió Hernández.

–Estás equivocado, es decir, si tú crees que la publicidad oficial es para comprar o doblar líneas editoriales, pues estamos entendiendo el dinero público de una manera muy diferente…–respondió Ramírez.

“El que estás equivocado eres tú por no escucharme, yo estoy diciendo lo contrario: que lo que está diciendo el Gobierno es que tiene partidas oficiales aprobadas por el Congreso para difundir publicidad, actividades de ese propio Gobierno y eso es legítimo ¿o no? (…) Lo que me estás diciendo es que los grandes capitales dan dinero por amor al género humano para que se haga periodismo para el bien del país”, dijo Hernández.

Ramírez respondió que en el periodismo filantrópico se da dinero para que una organización haga periodismo.

“¿Con qué base o con qué temas? pues los que son públicos que nosotros hacemos. Que tiene o no injerencia en la línea editorial, pues lo que te puedo decir es que tiene nula injerencia en los trabajos periodísticos…”, dijo.

“A fin de cuentas, los capitales condicionan el ejercicio de aquello para lo que dan su dinero”, reiteró Hernández.

Posteriormente, Hernández le preguntó a Ramírez cuánto dinero maneja la asociación.

Tras dudar unos segundos, Ramírez respondió “más o menos, alrededor de 2 millones de pesos”, y posteriormente dijo “creo que como 50 millones de pesos al año”.

“¿Entraste a hacer periodismo sin saber cuánto dinero había?”, preguntó Hernández.

–Eh, no…qué tiene… eh, a ver, espérame tantito, porque vamos a tratar de entender qué es lo que estamos discutiendo…– respondió Ramírez.

El patrocinio –interrumpió Hernández– el artículo de La Jornada por el cual estamos hablando se llama “Periodismo, patrocinadores e ironías”. Son un periodismo patrocinado el que ustedes realizan.

Ramírez recalcó que se trata de un periodismo patrocinado por donaciones tanto de empresas, de individuos y fundaciones. “Como los otros medios…”

“No, los otros reciben publicidad que está autorizada por el Congreso”, volvió a interrumpir Hernández.

Luego, Hernández preguntó directamente:

El dinero de Claudio X. González, cuyo padre ha acumulado una enorme cantidad de dinero público, ¿por qué nunca han hecho una investigación sobre los contratos y la riqueza de Claudio X. González Laporte -el padre del presidente de MCCI)- que en el Gobierno de Peña Nieto tuvo 2 mil 360 contratos por adjudicación directa?

“Ah, pues porque literalmente en nuestra línea editorial hemos tenido muchos otros temas, como la Estafa Maestra”, respondió Ramírez, y agregó que “el 57% de las investigaciones de MCCI involucran a gobiernos del PRI, el 24% a Morena, el 17% al PAN y a otros partidos” fue la respuesta de Ramírez.

Aseguró que MCCI ha denunciado también a empresas privadas, y que, acusar de que no se han abarcado todos los temas, de todos los ángulos, era injusto.

Finalmente, Hernández cuestionó nuevamente si el periodismo “patrocinado” que hace MCCI no se influye mediante el capital privado.

Ramírez nuevamente respondió de manera negativa, “no influye en absoluto, la libertad para hacer periodismo en estos tres años es absoluta; nuestro trabajo habla sobre nosotros mismos…”.

También negó hacer periodismo abiertamente opositor a AMLO.

“No hay ningún precepto político en Mexicanos Contra la Corrupción (…) queremos tal vez un poco más de respeto del Presidente a no mofarse de nuestro trabajo, pero bueno, es parte de la jerga política”.

Finalmente, sobre los amparos realizados en contra de la construcción del Aeropuerto de Santa Lucía, indicó que se hacen argumentando que el Gobierno Federal debe seguir la normativa jurídica.


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