Ritos, sobornos y amenazas de muerte: así trabajaba el “santero de “El Lunares”


Elementos de la policía de investigación detuvieron este sábado al santero de cabecera del líder del Cártel de La Unión Tepito, Óscar Flores, alias “El Lunares”.

El santero, apodado “El Niño Problema”, se encargaba de pagar las cuotas para sobornar a los policías de la zona, de acuerdo a los reportes.

Trabajos de inteligencia de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) permitieron grabarlo con agentes de la Policía capitalina del Sector Morelos y con el comandante de la Policía de Investigación en la zona, Juan Tomás “R”, quienes fueron destituidos.

Además de hacer trabajos de santería para el líder del grupo criminal, “El Niño Problema ” era quien acompañaba a “El Lunares” para apropiarse de predios. Primero ofrecían dinero a los dueños, pero si se negaban los amenazaron con asesinarlos.

Así “El Lunares” y “El Niño Problema” se apoderaron de la mayoría de los departamentos de un edificio ubicado en Peralvillo 33. También de otros en la calle Jesús Carranza, Matamoros, además de estacionamientos de la zona,

“El Lunares”, “El Niño Problema” y una mujer conocida como “La Chofis”, eran quienes acudían y se apropian de los inmuebles.

Una serie de imágenes en las que aparece “El Niño Problema” fueron obtenidas por el equipo de inteligencia que siguió los movimientos y actividades de “El Lunares”. El “Niño Problema” viste completamente de blanco, lleva una bolsa cruzada al pecho y gorra del mismo color.

En una de las tomas está platicando y dándose un abrazo con el excomandante de la PDI en Tepito. En otra de las imágenes está platicando con policías capitalinos en una camioneta PickUp de la SSC. En otro momento, fue captado junto a “El Lunares”.

Óscar Andrés Flores Ramírez, alias “El Lunares”, líder principal del grupo criminal La Unión Tepito, era uno de los criminales más buscados, por lo que para evitar ser capturado, utilizó varios recursos, entre ellos, vestirse de mujer.

“El Lunares”, de 30 años de edad, detenido el pasado viernes 31 de enero en Tolcayuca, Hidalgo, llegó a esa entidad huyendo del operativo realizado el 22 de octubre de 2019, en un inmueble de la calle Peralvillo, en la alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México, y en donde fueron encontradas numerosas armas, un lanzacohetes, dos túneles y un altar con elementos de santería, huesos y cráneos, que después se confirmó, eran de seres humanos.

Flores Ramírez es creyente de Jesús Malverde, el llamado “Santo de los narcotraficantes” además de que participaba en rituales en los que se utilizan cráneos humanos. De acuerdo con las autoridades se llegó ordenar el homicidio de integrantes de grupos antagónicos para usarlos como ofrenda.

Además, presumía de animales exóticos como guacamayas, tucanes y cachorros de chitas y leopardos, al tiempo que le gustaba coleccionar relojes de alta gama y joyería.

durante su estancia en Hidalgo, el presunto líder criminal no sólo se disfrazaba de mujer para no ser identificado, sino que también únicamente se comunicaba a través de los celulares de sus colaboradores.

En tanto, su papá, Dionisio Flores Valle, coordinaba las actividades delictivas en la zona centro de la Ciudad de México, principalmente en la colonia Morelos.

Óscar Andrés nació en una familia que se ha dedicado al robo de tráilers y a la venta de mercancía robada en la conflictiva y peligrosa colonia Morelos, en la capital del país.

Desde niño vivió en la calle Peralvillo número 33 y desde hace unos años, Flores Ramírez pasó a la distribución de droga al mayoreo. Luego de las capturas de otros líderes y gracias al soborno de comandantes, funcionarios y jefes del sector adscritos a la alcaldía Cuauhtémoc, pudo moverse y crecer dentro de La Unión Tepito.

“El Lunares” se convirtió en uno de los líderes de La Unión tras la captura de Roberto Mollado “El Betito” (a quien aún le rendía cuentas y se encuentra preso en el Reclusorio Norte) y de David García Ramírez, “El Pistache”.

“El Lunares” vivió desde niño en la calle Peralvillo número 33, Ciudad de México. Su familia se dedica al robo de tráilers y a la venta de mercancía robada. Desde hace unos años él pasó a la distribución de droga al mayoreo. El soborno de comandantes, funcionarios y jefes del sector, le permitieron convertirse, tras la detención de otros líderes de La Unión Tepito, en una de las cabezas criminales más visibles del barrio.

Según el columnista Héctor de Mauleón, hace un par de años despojó de sus viviendas a varios inquilinos del número 33 y comenzó a construir su propio búnker en el que, como se sabe, había pasadizos que sirvían como bodega y conectaba con otros predios.

En la nómina de Flores Ramírez hay mandos de la Secretaría de la Seguridad Ciudadana, así como comandantes y agentes de la Policía de Investigación, muchos de ellos adscritos a la alcaldía Cuauhtémoc desde hace años.

Desde que la guerra por la droga arreció en Tepito, “El Lunares” se hacía acompañar por una escolta de diez hombres tatuados, ataviados con gorras, mariconeras y tenis de marca. Siempre circulaba en motoneta para intentar pasar desapercibido.

Su apodo se debe a un enorme lunar en el rostro, el cual se operó, buscando burlar a las autoridades.

El año pasado, una cauda de detenciones cimbró la seguridad del líder criminal, por lo que cambió su residencia al estado de Hidalgo, desde donde ordenaba y coordinaba diversas actividades en la Ciudad de México.

“El Lunares” emergió desde que “El Betito” y “El Pistache”, líderes capturados, estaban en las calles. Él era el encargado de colonias como Morelos, Tepito, Guerrero y administraba la Zona Rosa, el corredor Roma-Condesa y Polanco.

Los informes especifican que Óscar Flores aún le rindía cuentas a Roberto Mollado, “El Betito”, quien se encuentra preso en el Reclusorio Norte.


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