Un ladrón intentó enfrentar a los policías que buscaban detenerlo, por eso sacó su arma y disparó. Pero el blanco no fueron los agentes, sino su cómplice, quien murió. El hecho sucedió en la Ciudad de México.
Ayer, minutos después de las 7:00 de la mañana, dos hombres supuestamente asaltaban a los pasajeros de un transporte público en el Barrio de San Pablo, en la alcaldía de Iztapalapa.
Al recibir la denuncia, los policías capitalinos se dirigieron hacia Ermita Iztapalapa, en donde hallaron a los dos ladrones.
Al ordenarles que se detuvieran, uno de los ladrones desenfundó un arma y apuntó hacia la patrulla para dispararles.
El delincuente no dio el tiro contra los agentes, sino hacia su propio cómplice. Tras lo ocurrido, el homicida logró huir del lugar, dejando a su compañero herido.
Los oficiales pidieron una ambulancia, pero al llegar al sitio los paramédicos encontraron al delincuente muerto.
Aunque los uniformados rondaron por la zona en busca del hombre prófugo, no pudieron hallarlo.
El cuerpo fue trasladado al anfiteatro de la agencia ministerial de Iztapalapa, en donde se espera que sea reclamado.