Comunidad oaxaqueña prohíbe acceso a Coca Cola, Bimbo, Sabritas y toda la comida chatarra; volverán a su dieta antigua


En Yalalag, Oaxaca, optaron por prohibir el ingreso de distribuidores de Coca-Cola, debido al incremento de casos de diabetes, hipertensión, sobrepeso y obesidad.

Los pueblos de Oaxaca continúan poniendo el ejemplo a nivel nacional e internacional.

El pasado 8 de agosto del año en curso, los habitantes prohibieron el ingreso al municipio de los vendedores de Coca-Cola y Sabritas.

La regidora de Educación de Yalalag, María Isabel Aquino León explicó que tomaron la decisión de cerrar el paso a estos productos y prohibir el ingreso de productos alimenticios industrializados, a fin de impulsar el consumo de alimentos locales.

Comentó que como en otros muchos municipios de la entidad, los alimentos chatarra y bebidas azucaradas han desplazado poco a poco los productos que se producen en la región y, lo más preocupante, puede estar directamente relacionados con diversas enfermedades de niños y adolescente, como desnutrición y sobrepeso.

La funcionaria municipal manifestó que como lo han explicado las autoridades sanitarias federales y estatales, en la crisis que se vive por la pandemia de COVID-19 la población en riesgo no son únicamente las personas con enfermedades crónico-degenerativas, sino también aquellos que sufren obesidad o desnutrición.

María Isabel Aquino León, regidora de educación de Yalalag, mencionó que, “tomamos la decisión de cerrar la comunidad y prohibir muchos productos industrializados y esto generó que mostráramos la situación alimentaria que tenían en Yalalag”.

La funcionaria comentó durante el webinario “El derecho a la alimentación y soberanía alimentaria de los Pueblos Indígenas”, que su comunidad está muy contaminada por este tipo de productos, lo que ha generado que las personas dejen de consumir los productos locales.

Más estados copian el modelo de Oaxaca

 La semana pasada Oaxaca sentó un precedente en torno a la promoción de alimentación saludable para los niños en toda la región. El estado ubicado al sur de México se convirtió en el primero de este país y de toda América Latina en impedir la venta, regalo, distribución o cualquier forma de suministro a menores de edad de bebidas azucaradas y alimentos con alto contenido de azúcar. La iniciativa, aprobada por el Congreso local, ocurrió en la semana que México superó los 52 mil fallecidos por covid-19. Diputados de otros estados como Colima, Tamaulipas, Tabasco, Guanajuato y Ciudad de México han externado su intención de presentar iniciativas similares a la oaxaqueña que ha sido aplaudida por la Organización de las Naciones Unidas, académicos y activistas.

La norma aprobada por el Congreso suma un artículo a la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Oaxaca e implementa sanciones administrativas con el fin de eliminar algunas formas de malnutrición. La norma prohíbe la distribución de «aquellos alimentos que excedan los límites máximos de azúcares, grasas saturadas, grasas trans y sodio añadidos, conforme a la Norma Oficial Mexicana correspondiente». La medida restringe también la venta de estos productos en escuelas de nivel básico y medio superior.

En este estado ubicado al sur de México, 37 de cada 100 habitantes hablan alguna de las 16 lenguas indígenas, y es además una de las regiones con más altos grados de marginación y pobreza. Oaxaca ocupa el segundo lugar del país con más obesidad en adultos y el primer lugar con obesidad infantil, el 28 por ciento de las niñas y niños de entre 5 y 11 años tienen exceso de peso.

El 85 por ciento de los menores de edad en México consume cotidianamente bebidas azucaradas y el 64 por ciento frituras, dulces y postres. Las cifras recientes de la pandemia señalan que el 73 por ciento de los mexicanos que han muerto por covid-19 tenían al menos alguna enfermedad relacionada con el consumo de bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados, informó la Secretaría de Salud.

Pero las enfermedades relacionadas con la mala alimentación ya eran un problema antes del nuevo coronavirus, el subsecretario de Salud Hugo López Gatell reveló que en 2018, el 7 por ciento de las muertes derivaron del consumo de productos ultraprocesados. La Unicef ha pedido a las autoridades de todos los niveles que no acepten donativos de productos ultraprocesados, dándole prioridad a los alimentos naturales y frescos.


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