Leonardo Luna Guerrero, el niño de 13 años de edad que, junto con su familia, viajó desde Durango hasta Quintana Roo para visitar un parque acuático; para celebrar que todos lograron superar al coronavirus.
Din embargo, se convirtió en tragedia cuando falleció tras ser succionado por un filtro de agua artificial en Xcaret, en la Riviera Maya.
Pese a que el incidente ocurrió el 27 de marzo, autoridades y el mismo parque emitieron información hasta el 31 de marzo, cuando el caso fue denunciado en redes sociales por Miguel Luna, padre del menor.
El padre acusó irregularidades en la investigación, negligencia del parque y señaló que autoridades le exigieron firmar un perdón para que el cuerpo de su hijo le fuera entregado.
Sin embargo, la tarde de este 31 de marzo, a través un comunicado emitieron su posición sobre la muerte de Leo y aseguraron que han estado atentos a las necesidades de la familia y en comunicación “para brindar el apoyo que podamos proporcionar”.
“En los más de 30 años que el Grupo tiene operando parques, nunca se había suscitado un acontecimiento semejante. Es importante resaltar que desde el momento del accidente, el área fue asegurada y se han tomado medidas puntuales, como la presencia permanente de un guardavida”, se lee en la información.
Finalmente, el parque Xenses destacó que se encuentra conduciendo las investigaciones pertinentes para llegar a las últimas consecuencias. De este modo, reiteraron el apoyo a la familia y expresaron sus condolencias.
De acuerdo con el medio local Diario de Yucatán, la familia tuvo conocimiento de una denuncia previa al parque, en la carpeta 1675/2021. Además, el cardiólogo dijo que fue presionado por el equipo jurídico de Grupo Xcaret para firmar un documento donde otorga el perdón a la empresa, con el fin de devolverle el cuerpo de Leonardo tras seis horas de espera en la Fiscalía General del Estado, ubicada en Cancún.