Esta fue la primera victima del feminicida serial de Atizapán
El caníbal de Atizapán, Andrés «N» fue vinculado a proceso por el delito de feminicidio, luego de las pruebas aportadas por el Ministerio Público.
Declaró haber asesinado a otras cuatro mujeres, el primer crimen ocurrió hace ya 20 años.
En presencia de su abogado defensor y en conocimiento de sus derechos, “El Chino“ confesó que es cierto que hace 20 años mató a Norma Jiménez, a quien identificó como su primera víctima.
El hombre de 72 años dijo a las autoridades que a ella la sepultó en la cocina del inmueble marcado con el número 22 de la calle Margaritas, colonia Lomas de San Miguel, en Atizapán.
El pasado 14 de mayo Andrés «N» habría matado a su última víctima, Reyna, por la cual habría sido descubierto, ya que su esposo acudió a buscarla a su casa y la encontró descuartizado.
Durante la audiencia, el Ministerio Público leyó la declaración de Andrés «N», quien refirió que a las primeras cuatro víctimas las conoció en diferentes centros nocturnos, donde asegura que contrató sus servicios sexuales, dicho que deberá ser investigado, después el hombre ganó su confianza y las llevó a su casa.
Por las fechas, se sabe que la segunda víctima fue Berenice Sánchez Olvera, con fecha de desaparición del 7 de abril del 2012, en el 2016 se registró la desaparición de Flor Ninive Vizcaíno y en 2019 la de Rubicela Gallegos, de quienes guardó sus pertenencias e identificaciones y cuentan con fichas de búsqueda.
En los casos anteriores se presentó el mismo patrón, donde tras convivir el sujeto ganaba la confianza de sus víctimas y las invitaba a su casa, pero con Reyna González fue diferente.
Además de tener relación con ella, conocía a sus hijas de 8 y 4 años, a su esposo Bruno y a otros de sus familiares.
Andrés aseguró que a Reyna la conoció en su negocio de accesorios de telefonía y en la colonia donde habitaba hace tres años y aseguró que tuvieron una relación de pareja, posteriormente de tener relaciones sexuales con ella el 14 de mayo, ella le dijo que ya no quería estar con él y eso lo molestó por lo que le cortó el cuello y al ver que no se moría la golpeó en la cabeza hasta matarla.
Andrés fue carnicero y declaró a las autoridades que sabe perfecto hacer los cortes y por eso le fue fácil descuartizar a Reyna.
El imputado comentó a autoridades que en su domicilio hay una cámara de video, la cual registró su último encuentro con Reyna y la manera en que la asesinó.
“Las vísceras y el corazón los puse en un bote, en otro la piel de su rostro, se lo quise quitar completo porque ella era muy bonita y así quise recordarla, la carne de las piernas la hice en bisteces”, así de estremecedor el relato de la declaración de Andrés en los juzgados del penal de Barrientos en Tlalnepantla, donde se encuentra desde el pasado lunes.