El alcalde en Gustavo A. Madero, Francisco Chiguil, consideró como una tradición el abandono de perros durante la visita de feligreses a la Basílica de Guadalupe con motivo del 448 aniversario de la aparición de la Virgen en el Cerro del Tepeyac.
En conferencia de prensa, donde se detalló el saldo final del operativo implementado para estas fechas, el edil informó que se reportaron 29 canes abandonados.
Al ser cuestionado si no consideran para próximas ediciones llamarle la atención a las peregrinaciones de ya no traer animales, respondió que se implementó una campaña.
“Al ser cuestionado si no consideran para próximas ediciones llamarle la atención a las peregrinaciones de ya no traer animales, respondió que se implementó una campaña.
“Entonces, hoy no tuvimos un número grande, pero siempre estamos, sobre todo, recordando que es importante que las mascotas se cuiden, se regresen con los dueños o en las peregrinaciones en donde participan también. Entonces, ha sido parte también de la tradición guadalupana”, explicó.
Dejan a cientos de perritos
En su edición impresa, El Heraldo de México publicó este jueves que año con año, miles de feligreses que visitan el templo mariano aprovechan para abandonar a sus mascotas.
De acuerdo con distintas asociaciones animalistas, en esta época se abandonan hasta 200 canes.
En un recorrido que realizó este medio de comunicación en el atrio de la Basílica de Guadalupe dio cuenta de al menos 12 canes, de los cuales 9 lucían desorientados o mantenían una actitud agresiva.
La alcaldía Gustavo A. Madero no cuenta con una cifra oficial, pero a través de una campaña, con carteles en distintos puntos del perímetro, invita a no abandonar los perros.
Elena Chávez, creadora de la Fundación Ángeles Abandonados y también diputada constituyente, resaltó que una de las soluciones sería la prohibición de llevar mascotas en las peregrinaciones.
“Siempre es la misma pasividad, misma actitud de las autoridades. Ellos tienen los datos de las peregrinaciones. Deberían decirles: tienen prohibido traer animales y los animales terminan muertos en los antirrábicos, vagando en las calles”, señaló.