Yolena, Efigenia, Didier y Rubén Valdés
Yolena, Efigenia, Didier y Rubén Valdés, sobrevivientes a secta en Panamá, enero de 2020

‘Nos pegaron con la biblia para sacarnos el diablo’; sobreviviente de secta satánica | VIDEO


“Me pegaron con la Biblia en los ojos y me dejaron ciega”, dice Efigenia Valdés, una de las supervivientes de un brutal ritual religioso en Panamá en el que se sacrificaron a seis niños y una mujer embarazada.

Ifigenia es una de las sobrevivientes de la matanza, a manos de una secta religiosa, de integrantes de la comunidad de Altos del Terrón, en la comarca indígena Ngäbe Buglé, provincia de Bocas del Toro, en Panamá.

El caso se conoció a mediados de enero, luego que las Fuerzas Especiales de la Policía Nacional de Panamá —alertados por otros sobrevivientes que lograron escapar— realizaran un operativo, donde encontraron, en una improvisada iglesia, una fosa común con siete cadáveres en avanzado estado de descomposición: el de una mujer embarazada y seis menores de entre 1 y 17 años. Además, lograron rescatar a 15 personas secuestradas.

Las víctimas mortales fueron torturadas antes de ser asesinadas, presuntamente en un ritual religioso, y lanzadas a la fosa común. El Ministerio de Seguridad Pública comunicó que seis de los asesinados eran familiares de un cabo segundo de la Policía Nacional, de nombre Ananías González.

“Me decían que el diablo tenía que salir”
Valdés fue una de las secuestradas, quien se encontraba en la congregación de la secta que se autodenominó ‘La nueva luz de Dios’, junto a su hermano y una hermana menor. “Apenitas yo escuchaba que decían que había que sacarle el diablo a mi hermano, a mi hermanita y a mí, que teníamos el diablo”, cuenta.

Explica que reprochó a los miembros de la congregación por su accionar y estos la sacaron del altar, la pusieron de rodillas y, además de la Biblia, le pegaban con correas.

Ella siguió orando, con más fuerza, pero eso no paró los golpes. “Me pegaban y me tiraron contra el piso, me pisoteaban esto aquí [se señala el abdomen] en ambos lados y me lo apretaban al suelo, y me aporreaban el pescuezo, me lo apretaban duro y me decían que el diablo tenía que salir de mí, porque yo tenía un diablo inmenso”, explica.

Mientras relataban sus testimonios a la prensa, los supervivientes mostraron algunas de las quemaduras que les causaron en el cuello, rostro y espalda. “Eso nunca se había visto, nunca se había visto en la comunidad, vi a mis hermanas, las dos desfiguradas”, comenta Rubén Valdés, hermano de Efigenia.


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