66 misioneros mexicanos quedan varados en honduras ante coronavirus; solicitan ayuda a SRE


Por la cancelación de vuelos y cierre de fronteras entre países por la pandemia del COVID-19, un grupo de 66 misioneros mexicanos quedó varado en Honduras sin medios ni recursos económicos para regresar a su país, y con dificultades para mantenerse. Desde este jueves se concentraron en la ciudad de El Progreso, en espera de un vuelo humanitario que solicitaron a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), instancia que todavía no les ha resuelto.

El grupo de católicos, conformado por dos religiosas y 64 feligreses, llegó a Honduras el 3 de marzo pasado con los vuelos de regreso entre el 14 y 15 de abril próximos. Se distribuyeron en más de 20 comunidades del país centroamericano para brindar servicios humanitarios, como visita a enfermos, ancianos, alfabetización y catecismo; a cambio, recibían hospedaje y alimentos de la comunidad.

Sin embargo, debido a que las autoridades del país centroamericano decretaron suspensión de eventos de más de diez personas y toque de queda desde la semana pasada, los misioneros del grupo Comunidad Laicos Servidores de la Palabra mantienen dificultades para alimentarse.

“Ellos, al estar en comunidades muy marginadas, ya no los dejaron salir, pero también el tema alimenticio se les comenzó a complicar porque no hay nada que comer”, dijo a El Heraldo de México, Miguel Ángel Pateyro, presidente de dicha comunidad, quien monitorea la situación de sus compañeros.

Misión en Honduras

Este diario pudo hablar con la coordinadora del grupo de la misión en Honduras, la religiosa Leonor Zamarripa. Al momento de la entrevista iniciaba su traslado del municipio Olanchito al consulado de México en San Pedro Sula, viaje que le tomaría más de seis horas en carretera por “aventón” de patrullas, que la llevarían de municipio en municipio, debido a que, narró, no hay transporte.

La visita al consulado es para completar datos que le solicitaron de los misioneros, con la promesa de que el gobierno los ayudará a repatriarlos. Pero al momento, no les han dado respuesta de cuándo.

“Gracias a Dios, hasta ahorita todos estamos sanos porque también hemos tratado de obedecer las reglas que el gobierno puso, como no salir después de las 18 horas, tenemos límite hasta esa hora. Yo he estado encerrada en una comunidad sin salir a la calle”, dijo.


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