Ella es Lupita; su marido la desfiguró y mató a tabicazos a 6 meses de casados


Sin lugar a dudas el caso del asesinato de Ingrid Escamilla a manos de su esposo Erick Francisco “N” ha conmocionado a todo México; sin embargo, hay que resaltar que este no es el primer acontecimiento de violencia extrema de una pareja contra una mujer.

Hace cerca de tres años, Verónica Guadalupe Bénitez Vega, también fue asesinada por su esposo, Luis Ángel Reyes, el 6 de julio de 2017. La pareja solo tenía seis meses de haber contraído matrimonio en la Parroquia San José El Vidrio, ubicada en el municipio Nicolás Romero, Estado de México.

La joven de sólo 21 años estudiaba la licenciatura de Bioquímica Diagnóstica en la Universidad Autónoma de México (UNAM), pero le arrebataron la vida tras ser golpeada en repetidas ocasiones en la cabeza con un ladrillo, destrozándole completamente su rostro.

Los hechos ocurrieron entre las 10:30 y las 11:00 horas, su hermana Juanita recibió una llamada de una mujer que le decía “Vete rápido al departamento de tu hermana porque Luis Ángel le está dando en su madre”.

Tras colgar, la hermana se dirigió hasta la casa de Verónica para lo que únicamente tardaron cinco minutos en llegar; sin embargo, al llegar encontraron a la joven tirada sobre un camino de terracería llena de sangre.

Minutos después, llegó el feminicida quién quería abrazar a Juanita y le decía en repetidas ocasiones si había logrado salvar a su esposa “Dime que salvé a Lupita y a mi hijo. Me agarraba de la ropa y me repetía lo mismo, una y otra vez”, señaló la mujer de 30 años.

En las primeras declaraciones, Luis Ángel reveló que habían sido víctimas de un intento de robo y secuestro de su bebé; sin embargo, cayó en contradicciones y en las investigaciones se demostró que las marcas que tenía no eran hechas por una tercera persona, sino porque eran arañazos de la joven quien intentó defenderse.

Y es que en las uñas rotas de Lupita había rastros de sangre e incluso rastros de la piel de su esposo.

Tras varias averiguaciones, dos años después el Tribunal de Enjuiciamiento del Distrito Judicial de Tlanepantla, Estado de México, determinó una sentencia de 55 años por feminicidio.

Sin embargo, la defensa del asesino pidió rebajar la sentencia, por lo que el 23 de mayo de 2019 el Segundo Tribunal de Apelaciones decidió desechar la petición e incrementar la pena a 62 años y seis meses de prisión.


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